Hoy me voy a poner catastrófista, y al más puro estilo de Nostradamus voy a emprendela contra la sociedad actual. Así que al grito de: "Sálvese quien pueda", comenzamos.
Empezaré por mi inspiración. En primer lugar y siguiendo con la felicidad, la carta del País semanal 1634 del Domingo pasado. Esta se titula "Valores para ser felices" y en ella, Ricardo Ruiz que se halla en proceso de divorcio, comenta el reportaje "Volver al mercado". Dice que nos estamos volviendo demasiado modernos y "reponemos en vez de reparar" sucumbiendo así a una "felicidad exprés" que promete el mercado. Concluyendo con la nostalgia de valores como la generosidad para perdonar, el trabajo día a día para superar la inercia y la humildad para ser perdonados. Decir que todo esto dialoga con mi libro de noche "Las arquitecturas del deseo" que ya estoy a puntito de terminar. Donde Marina nos hace un bosquejo de las conexiones ocultas de esta sociedad y desmenuza el deseo en todos sus espectros. La segunda cosa que me ha hecho escribir esto y no otra cosa, aunque parezca mentira ya tengo 3 o 4 temas más, ha sido la voz a lo lejos de Iñaki Gabilondo. Decía que no podemos considerar brisa, ya que algunos políticos lo llaman así, al vendaval que están sufriendo las distintas economías de los "países de pro".
Puestos en situación ya no queda más que empezar con la paja mental. Los valores ético-morales se están yendo al traste, si no que se lo pregunten a los hombres esos de morado que hay por todo el Estado español. La economía va a la baja, preguntad a cualquier joven que quiera independizarse. La sanidad pública es precaria, aquí debemos recurrir a House y compararlo con cualquier serie española de médicos. Así que va a ser que estamos jodidos, lo que se dice de salud, dinero y amor brilla por su ausencia. Encomendémonos entonces hermanos a la religión. No calla, que estos se están pegando con los primeros. Llego la hora de profetizar, ¿hasta cuándo nos va a aguantar este modelo de sociedad? Según muchos expertos en economía el sistema español colapsara allá por el 2020. Joder que putada, además de pillarme es cuando han dicho que iban a reducir las emisiones de CO2, utilizar un 20% de energías renovables, etc. Aunque viéndole la parte positiva si cierran las empresas que contaminan probablemente sea la primera vez que los políticos nos ha dicho la verdad. Realmente me encantara ver que pasara allí, tengo una insaciable curiosidad por saber si mienten los economistas o los políticos. ¿Os imaginas que en 2020 los jóvenes españoles de hijos inmigrantes queman Madrid al más puro estilo de lo que paso en París? Pobre Gallardon, si ya han acabado con su obras tener que empezar otra vez por los destrozos y el vandalismo. Yo iría a esos disturbios, seguro que se me ocurre alguna rima pegadiza como la de: "Aznar, hijodeputa" (esta es de las manifestaciones contra el ataque a Irak).
Ya puestos a fantasear me encantaría vivir en un Waterworld, todo el planeta inundado, nosotros viviendo en barcos y buscando tierra firme. Ahora, yo me pido ser Kevin Costner que el juega con ventaja. Hay que ver como me gustan las pelis malas. Lo de buscar tierra firme por un momento me ha sonado a metáfora y me ha hecho reflexionar. ¿Qué objetivo tiene nuestra generación? Podríamos proponernos conquistar el espacio, si no lo hubieran hecho en los años 60. Y crear robots inteligentes, se nos adelantaron Asimov y Toyota. Me voy a ver si le encuentro sentido a la vida y si tengo suerte os lo cuento.
Uno se despide que necesita dormir que mañana si que tiene un objetivo, aprobar el examen de anatomía del movimiento. (Ya van 3 días seguidos, aunque esta entrada se ha adelantado un poco por el problema técnico del examen.)
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