lunes, 21 de abril de 2008

Puta...

Puta, oyó que gritaba al otro lado de la calle. De forma sonora, contundente, haciendo que el tiempo se detuviese un instante. Había oído esa palabra antes pero en ese momento tuvo un significado. No era una profesión pues le habían enseñado que las mujeres que venden su cuerpo por dinero se llaman prostitutas. Tampoco era la alegría de su hermana mayor diciendo de puta madre. Ni el cabreo de su padre cuando gritaba puta mierda.

Puta eran unos labios rojos, unos ojos llorosos, unas piernas largas, una sonrisa amarga, una piel tersa, una presencia vehemente, una cabellera al viento y un vestido a juego. Puta era ella y lo era todo.

Paso toda la noche pensando en ella, incluso cuando sus fantasías le agotaron y cayo profundamente dormido siguió soñando con ella. A la mañana siguiente su único pensamiento era si la volvería a ver. Y no fue así. Jamás la volvió a ver. Siempre que pasaba por esa calle empezaba a otear en todas direcciones buscando su presencia. Pero ella no estaba.

Pasaron los días y se olvido de ella, en realidad la suplantó. Una niña de su colegio le recodaba mucho a ella y después de contemplarla durante muchos días se decidió. La vio sentada en la escalera durante un patio y le preguntó:

- ¿Quieres ser mi puta?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

puta es y no es, da la vida y la arrebata con una mirada. Al ver como se muerde un labio tu mundo se convierte en un abismo. Caes en su hechizo y ya nunca regresas. Puta no es solo una, son todas y cada una de ellas. Puta.

Anónimo dijo...

Como te he dicho en mi blog, te comentare todos los post que hagas.
Me gusta la idea de puta. Ahora una pequeña reflexion. Todos somos putas, esclavos que se bajan los pantalones por dinero, acepta humillaciones y vejaciones por parte de alguien que se cree superior por dominar el capital. Aunque creo ke si lo piensas bien hay "putas" que si pueden elegir ante quien bajarse los pantalones, pueden rechazar a quien no consideren digno de ellas. En esta sociedad poca gente puede permitirse ese lujo. Los jovenes tenemos que aceptar trabajos basura por sueldos que no cubren los gastos que genera la independencia. Los padres se quejan de que cada vez abandonamos el nido mas tarde. Y para colmo mis cereales favoritos han subido de precio. Ahora ya no puedo pagarme las fotocopias de clase si me comprocereales. esto es injusto.

Noemi dijo...

Grande, muy grande este post.

Saludos